Hace tiempo leí este artículo, “Lo de “yo soy así y no voy a cambiar” es un cuento: la personalidad sí varía con los años”, y me reconfortó. Quisiera compartir contigo mis pensamientos sobre un tema que me interesa y del que me gusta ser consciente.
En el budismo se dice que tus actos te definen y que está en tus manos cambiar dinámicas, pensamientos y emociones negativas a positivas. El inmovilismo mental es una actitud que me causa rechazo, no entiendo cómo se puede perder la voluntad por ponerte en duda, por el cambio, por mejorar. Me parece importante no creer que eres dueño de la verdad absoluta, saber ponerte frente a un espejo y escrutarte para cambiar lo que no te gusta, porque siempre se está a tiempo y así la ciencia lo corrobora, según leo en el artículo.
Es una maravilla descubrir lo dúctiles que podemos ser en diferentes etapas de nuestra vida. Creo que es un regalo es entender que nuestro organismo nos da la oportunidad de crecer, evolucionar y seguir aprendiendo. La filosofía y actitud en las que creo, la constante búsqueda del bienestar en la que me encuentro, contempla por supuesto la parte mental. La flexibilidad mental te mantiene joven y abierto al mundo. Qué bonito es eso, ¿no te parece? Recuperar esa actitud curiosa que tienen los niños para seguir descubriendo dentro y fuera de ti.
V.