Si tuviera que elegir tres temas en los que creo que todos, sociedad y gobiernos, tendríamos que ponernos de acuerdo para establecerlos como prioridad, estos serían los derechos humanos, el medio ambiente y la salud. Dentro de este último, para mí los buenos hábitos de alimentación son clave, una parte importantísima para mantenernos sanos.
He observado que la alimentación es una de las categorías que más gustan de mi blog y desde que comparto mi experiencia con mi nuevo huerto ecológico han vuelto a surgir multitud de preguntas que deseo contestar en este post, además de retomar el concepto de alimentación ecológica.
Abro el debate con una pregunta:
¿Qué es para ti una compra (de alimentos) inteligente?
Para mí es una compra hecha con coherencia. Coherencia entre tus ideas sobre cómo quieres alimentarte a ti y tu familia y cómo las llevas a cabo. Si tu deseo es llevar una alimentación saludable, es importante que esa intención te acompañe también a la hora de ejecutar. En la compra de los alimentos, a la hora de cocinarlos y a la hora de distribuirlos en tu menú diario y semanal.
Hace mucho que en casa decidimos apostar en gran medida por el consumo de alimentos de producción ecológica y lo más cercano a cómo los da la tierra, alejándonos de productos procesados o que contengan conservantes. No sólo es más saludable para nuestro organismo sino también para el Planeta.
Es cierto que los productos ecológicos pueden suponer un sobrecoste, pero creo que si reeducamos nuestros hábitos podemos compensarlo abandonando productos “chuchería” con muy pocos nutrientes (snacks y dulces procesados, bebidas azucaradas…) y reemplazándolos por alimentos de calidad (verdura, fruta, cereales, legumbres, frutos secos…). En definitiva, no malgastar el presupuesto con el que cuentas para tu alimentación y optar sólo por productos que te aportan los nutrientes que tu cuerpo necesita. Encontrar un equilibrio entre tus hábitos de alimentación y tu bolsillo puede empezar por elegir producto fresco, de temporada, de proximidad. Y si además es ecológico, mejor que mejor.
Por otro lado, desde que tengo huerto ecológico propio todos en casa estamos mucho más concienciados con lo que cuesta, tanto a nivel de dedicación como económico, cultivar alimentos de calidad y criar animales. Por eso intentamos no desechar comida. Si lo piensas… ¿cuánta comida llegamos a tirar a la semana? En mi post anterior te conté cómo prever y planificar semanalmente los menús de casa me ayuda en esta tarea. Aquí tienes algunos ejemplos de menús.
En relación a este tema, nos dábamos cuenta de que muchos alimentos se nos caducaban por improvisar y por acabar individualizando el menú familiar. Por eso, hay una medida más que hemos adoptado: la de comprometernos con comer los menús de casa. Aunque a veces los compromisos laborales o viajes nos alejan de este propósito, son cada vez más los días que comemos todos lo mismo, lo que toque e, incluso, nos lo llevamos en fiambrera a la oficina.
P R O T E Í N A A N I M A L
Aunque en casa seguimos una dieta en la que está presente la proteína animal, hemos decidido reducir el consumo de carne. Cuando consumimos, nos aseguramos de que sea ecológica y de calidad, algo que nos permite disfrutar de sabores verdaderamente deliciosos. Una gran diferencia.
Es lo que sucede con los huevos que nos regalan a diario nuestras gallinas felices. Ellas comen pienso ecológico y los restos orgánicos de la familia, además de que viven en libertad, y el resultado es un producto de calidad y de sabor excelente.
Recientemente he probado el producto de Nana Food, una tienda online que ofrece carne diferente, ética y saludable, procedente de granjas españolas seleccionadas. Ellas la definen como +QECOlógica, porque además de tener la certificación ecológica cumplen y certifican otros aspectos muy importantes relacionados con nuestra salud y con el bienestar animal. Los animales viven libres en su hábitat natural, sólo se alimentan de pasto y cereales naturales libres de transgénicos y no reciben ningún tratamiento antibiótico a lo largo de toda su vida. Además cumplen con los criterios de la certificación europea Welfare Quality sobre bienestar animal en todas sus granjas, que valora el estado de cada animal de forma individual. He descubierto así un producto de fantástica calidad y mejor sabor, si cabe.
Si a ti también te apetece comprar su producto, Nana Food nos regala los gastos de envío del primer pedido en su tienda online con el cupón BIENVENIDANANA.
Con respecto al pescado, lo suelo comprar salvaje y apuesto por los de tamaño pequeño como caballa, boquerón, sardina… aunque esto no asegura su calidad ya que, desgraciadamente, nuestros mares cada vez están más contaminados por micro-plásticos que los peces ingieren constantemente.
P R O D U C T O S D E D E S P E N S A
Durante los años que llevo escribiendo este blog, te he hablado de multitud de alimentos que están presentes en mi cocina, algunos conocidos de toda la vida y otros que han aparecido más recientemente en nuestra cultura gastronómica. Y aunque ya te presenté los alimentos básicos en mi despensa, entre los que nunca faltan cereales y legumbres, me gustaría recopilar aquí una pequeña lista de aquellos alimentos en los que me aseguro que la procedencia sea ecológica.
– Arroz integral: Como lo da la tierra. Con él, suelo acompañar a mis platos de legumbres así como sopas con algas y tofu sedoso.
– Quinoa y mijo: Cereales con gran aporte proteico vegetal y sin gluten. Muy nutritivos y de fácil digestión.
– Copos de avena finos y gruesos: Con ellos preparo porridge, mi propia granola, cookies caseras y los añado en yogures y kéfir.
– Cacao nibs: Semilla de cacao puro machacado que suelo añadir a los copos de avena cocinados (porridge), a yogures o kéfir y a batidos. Son un gran aporte de antioxidantes y magnesio, entre otros.
– Cacao en polvo: Puro, sin azúcar añadido ni edulcorantes. Lo utilizo para batidos , postres e incluso para “chocolatear” de forma natural un yogur.
– Aceite de coco virgen: Añade nutrientes y un rico sabor en batidos y en recetas como la de cookies de coco, pero también lo utilizo para preparar mi exfoliante corporal casero.
– Azúcar de coco: Muy nutritivo, índice glucémico más bajo que otros endulzantes como el sirope de agave, azúcar integral o incluso la miel. Admite los mismos usos que el azúcar refinado.
– Harina de trigo sarraceno: Harina sin gluten, rica en hidratos de carbono, fibra y omega 6 y fuente de vitaminas y minerales. Tiene un sabor más fuerte que la harina de trigo y la utilizo para cocinar tortitas o crêpes, entre otros postres.
– Harina de coco: Sin gluten, rica en fibra y proteína, baja en carbohidratos y con un índice glucémico bajo.
Muchas veces me encuentro con mensajes y comentarios vuestros en los que me decís que os cuesta encontrar este tipo de alimentos ya que no hay oferta en vuestro entorno. Por eso me atrevo a aprovechar este post para presentaros a La Grana, una tienda online de producto ecológico y de amplia variedad donde podréis encontrar los productos de la lista y otros que yo consumo. Además, las harinas que ofrecen son de producción propia con su sistema de moltura artesanal y disponen de instalaciones específicas para hacer harina sin gluten certificada. Hasta el día 6 de octubre ofrecen descuentos especiales en muchos de sus productos de su tienda online, así que podéis aprovechar para llenar vuestra despensa. Además, del 7 al 15 de octubre ofrecen un descuento de bienvenida del 5% a todos aquellos que hagáis vuestro primer pedido en La Grana.
H O R T A L I Z A S
Me habéis preguntado en muchos de vuestros comentarios qué hago con todo lo que produce nuestro huerto: nuestros menús semanales están ahora llenos de hortalizas y repartimos entre familia y amigos el excedente de nuestra producción para aprovechar toda la cosecha.
Esta nueva experiencia de nuestro propio huerto ecológico no sólo nos ha despertado todavía más el respeto por los campesinos y su valioso trabajo, sino también nos ha empujado a comer de temporada y llevar esa conciencia a la compra de otros productos que necesitamos. Apostamos por alimentos de calidad, de productores locales o que están dentro del territorio español, y por tiendas de confianza. Normalmente, en ellas puedes encontrar la etiqueta o el cartelito que indica la procedencia y decidir por ti mismo.
Quiero remarcar la importancia de lavar bien los alimentos ecológicos. Al no estar tratados con pesticidas evitamos ingerir productos tóxicos, pero eso nos expone a algo tan natural como los parásitos o huevos de parásito. Por eso en casa desinfectamos cuidadosamente todos los vegetales y frutas que vamos a consumir en crudo y con piel, sobre todo los que están en contacto directo con la tierra, con bicarbonato y vinagre. Un consejo que me dio mi gran amiga nutricionista Maria Antonia Rodríguez: mezcla una cuchara de bicarbonato y un chorreón de vinagre en un gran bol y luego añade suficiente agua para sumergir las verduras o frutas que vayas a consumir. Déjalas mínimo 20 minutos y acláralas en agua antes de consumirlas.
Te invito a compartir en comentarios: ¿qué es para ti una compra (de alimentos) inteligente?
Hasta pronto,
V