Sé que muchos de vosotros estáis esperando que comparta mi menú, pero antes me gustaría enseñaros algo que para mí es primordial: qué alimentos son la base de mi dieta y por qué, en qué benefician a nuestro organismo, etc. Así que empiezo por mostrarte una parte de mi despensa, porque cada vez estoy más convencida de que el cambio hacia una alimentación equilibrada, completa y saludable empieza en el momento de la compra.
LISTA DE ALIMENTOS
– Mijo
– Quinoa
– Polenta
– Soja verde
– Cebada
– Trigo sarraceno
– Fideos integrales de espelta
– Azuki
– Garbanzos
– Lentejas pardinas
– Arroz integral
– Arroz blanco
Como ves, apuesto por que las legumbres y los cereales integrales, además de los vegetales, sean los reyes de mi despensa y la base del menú de mi familia. A estos, para completarlos, les añado proteína animal y frutas.
Recupero un breve apunte sobre las propiedades de las legumbres más habituales en mi casa y que ya compartí en el post “Platos de cuchara” en el que también encontrarás algunas recetas: Las legumbres en general son una deliciosa fuente de proteínas vegetales, de vitamina B, minerales y carbohidratos de absorción lenta. Y, por si eso fuera poco, tienen un bajo contenido en grasa y un alto contenido en fibra. Los granos enteros o cereales integrales son carbohidratos complejos y lo tienen todo: un gran valor nutricional, un alto contenido en fibra y una ausencia total de grasas saturadas. En nuestra cultura solemos consumir cereales a diario, en forma de pan, pasta o como desayuno, pero casi siempre en su versión refinada.
Entonces, ¿por qué todos los cereales en mi despensa son integrales/enteros? Los cereales refinados son sometidos a un proceso de molienda en el cual pierden la cáscara; esto hace que su textura sea más fina, pero también provoca una importante pérdida de fibra y nutrientes. Este proceso los convierte en carbohidratos simples, menos beneficiosos para nuestro organismo. En cambio, los granos enteros son aquellos que se consumen tal como nos los da la tierra y no han sido despojados de su cáscara. Estos cereales conservan el germen y el salvado, cosa que hace que su valor nutricional sea mucho mayor y los convierte en carbohidratos complejos. Para mí existe un antes y un después de la incorporación de los granos enteros en mi dieta. Te ayudan regular el tránsito intestinal, te proporcionan una energía más duradera y te sientes más saciado.
Ojo con distinguir adecuadamente entre los granos enteros o cereales integrales y los productos con fibra. Los productos con fibra suelen estar elaborados con harinas refinadas a las que se ha añadido algo de salvado. Los granos enteros conservan todos sus elementos: endospermo, salvado y germen. De modo que, en los productos elaborados, como el pan o la pasta, siempre debes buscar en la etiqueta la indicación «100 % integral».
Te cuento cómo utilizo algunos de estos cereales en mi cocina. Mis favoritos son la avena, la cebada, el trigo sarraceno, el arroz integral, la pasta de harina integral o espelta y la quinoa.
La avena como desayuno
– Se puede hervir en agua o en leche vegetal para hacer el clásico desayuno inglés: porridge.
– También se puede tostar en el horno con frutos secos y algún edulcorante natural para hacer tu propia granola, como te mostré en este vídeo.
La cebada, el trigo sarraceno o la quinoa hervidos
– Condimentados con especias, los utilizo como guarnición de platos de carne o pescado.
– Combinados y entre ellos y con legumbres y vegetales, preparo deliciosas ensaladas variadas y muy completas.
– Además, la quinoa la utilizo como alternativa al cuscús.
Si eliges cuidarte y deseas marcar un cambio en tu alimentación, además de introducir esta compra de nuevos cereales en tu cocina te propongo optar por productos ecológicos. Creo firmemente en el impacto positivo que esta elección tiene no sólo sobre nuestra salud, también sobre el medio ambiente. Te invito a pensar en el largo plazo y reflexionar sobre qué legado quieres dejar en el planeta.
#ConectaConTuNaturaleza
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