Uno de mis deseos para el próximo año, aunque suene demasiado idílico, es que sigamos cultivando la empatía y el respeto para, poco a poco, conseguir un mundo mejor. El mundo que nos merecemos y que deseo dejar a mis hijas. Imaginad si cada uno de nosotros como individuos estuviéramos en la misma sintonía y nos moviéramos por la generosidad, el entendimiento, la escucha, el dar porque te hace feliz, el compartir… tarde o temprano convertiríamos este deseo en realidad.
Recojo una de las acciones de arriba que impregnó la tarde de yoga con la que celebré la séptima edición de mi libro “Yoga, un estilo de vida”: compartir. Fue una experiencia cargada de emoción en compañía de los ganadores del concurso que lancé para la ocasión. Todo un grupo de personas vino predispuesto y abierto a sentir y compartir, abriendo puertas a que sucedieran cosas bonitas. Uno a uno compartimos de forma muy sincera las experiencias y pensamientos más personales que nos unen a la filosofía del yoga. La buena energía siempre crece y se expande, y en esta ocasión nos dejó los sentimientos a flor de piel y nos regaló alguna que otra lágrima de emoción.
Verónica Blume fue nuestra anfitriona con su centro The Garage e impartió una preciosa práctica de ashtanga vinyasa. Gracias Vero por tu saber hacer, por tu implicación y generosidad ofreciéndonos un poquito de ti y abriéndonos tu espacio. Eres un amor.
Comparto con todos vosotros el resumen de lo que fue la celebración de “Yoga, un estilo de vida”, que ya ha cumplido un año y va por la 8ª edición. GRACIAS.
Vídeo por Yeray Delgado, Victor Vidal y Daniel Escudero.
#Porquedarsiempreesmejorquerecibir
V.