Hace ya muchos años que empecé a prestar atención a mi alimentación. No soy persona de extremos ni que siga dietas estrictamente vegetarianas o macrobióticas, y aunque caiga en calorías vacías de vez en cuando, intento evitarlas todo lo que puedo. Saciar el hambre no siempre es sinónimo de alimentarse y nutrir a nuestro organismo y células con lo que necesitan. Las comidas rápidas llenas de azúcares y grasas saturadas que nos rodean, y en las que tan fácilmente podemos caer, son esas calorías vacías de las que te hablo.
Los tentempiés entre comidas, tan necesarios para no pasar demasiadas horas sin ingerir alimento, pueden exponerte a mayor tentación y hacer que te decantes por el snack insano, fácil y rápido de encontrar, lleno de calorías vacías. Por eso hago un esfuerzo por buscar aquellos que me nutran bien para mantenerme activa durante todo el día. Especialmente ahora, que mis niñas cada vez están más traviesillas y juguetonas y volver a casa después del trabajo me supone un sobre-esfuerzo que requiere una buena dosis de energía.
A pesar de que los frutos secos son mi snack por excelencia, he querido buscar una alternativa a la pieza de fruta que los acompaña y a la que seguro todos recurrimos como opción sana. Quienes han compartido comidas conmigo en casa, saben que los vegetales siempre están presentes en la mesa y lo importantes que son para mi hogar. Me han podido ver comiendo entre horas zanahorias, endivias y tallos de apio. Quizá podría llevarme estas opciones de snack en el bolso, pero me parecen un poco aparatosas y por eso hoy te cuento cómo preparo mi alternativa vegetal del momento: los chips de kale.
El kale, o col rizada, es una joya nutritiva. Cuenta con una alta dosis de fibra, hierro, calcio y vitaminas. Es una verdura que ya utilizaba en mis batidos desde que la descubrí cuando vivía en Nueva York. Allí, además, era muy fácil encontrarla en forma de snack/trocitos crujientes ya preparado y no tenía que preocuparme de hacerlo yo misma.
Espero que disfrutes esta opción de snack tan sabrosa, que también puedes utilizar como aderezo, por ejemplo, en pasta.