Con 20 años, no me atrevía a invertir tanto dinero en una lámpara. He tenido que esperar mucho tiempo para disfrutar de la ‘Cesta’ diseñada por Miguel Milá y no me arrepiento de haberme decidido. Hay gustos que no cambian. El diseño atemporal me fascina y esta es una de esas piezas que acompañará siempre a mi hogar.
La sobriedad de su diseño me hace pensar que la he robado de un ryokan. Aúna todo eso que me fascinó cuando estuve en uno de esos hoteles tradicionales de Kyoto: austeridad, respeto, minimalismo… el “sabor” japonés.
Ryokan, hotel tradicional japonés.