Si sigues mi blog a menudo, ya te habrás dado cuenta de que en casa apuesto por la alimentación saludable. Disfruto mucho haciendo la compra eligiendo con mimo los productos que llegan a mi hogar, aunque últimamente me tengo que conformar con hacerlo a través de Internet. En verano, cuando mis compromisos laborales se relajan, vuelvo a tener tiempo para este placer y disfrutar de las pequeñas cosas como es esta tarea tan cotidiana.
Cuando hace calorcito, me gusta proponer en casa bebidas ricas y saludables y, por ejemplo, preparo yo misma una buena jarra de leche de almendras en lugar de comprarla ya hecha. Cuando es casera, el sabor de esta bebida vegetal es delicioso y se aleja mucho del sabor de las embotelladas. Te animo a que pruebes esta receta ya que se puede convertir en un placer para el sentido del gusto y para tu organismo, que se beneficiará de las magníficas propiedades de la almendra.
Este fruto seco súper nutritivo es una fuente de vitaminas, proteína, calcio y ácidos grasos omega 3 que contribuye a mejorar el sistema cardiovascular.
Te cuento cómo preparo esta bebida en casa.
I N G R E D I E N T E S
Aunque tú mismo encontrarás tus propias medidas conforme vayas probando, te propongo:
– 1 taza de almendras (150 g)
– 3 tazas de agua mineral (750 ml)
Como opción, puedes añadir un poco de vainilla o canela en rama para darle un sabor más agradable que quizá guste más a los niños. Yo no lo hago, en casa nos gusta saborear tan sólo la almendra.
P R E P A R A C I Ó N
30 minutos
1 | Vacía la taza de almendras en un bol hondo y cúbrelas con bastante agua. Déjalas en remojo toda la noche.
2 | Al día siguiente, enjuaga bien las almendras, escúrrelas y ponlas en la licuadora. Añade las 3 tazas de agua mineral y licua todo muy bien hasta que las almendras estén deshechas.
3 | Cuela el licuado para separar la leche de los restos de almendras y guarda la leche en una jarra de cristal. Es mejor que el plástico para conservarla.
T I P S
* Recuerda guardarla en la nevera para que se conserve en buen estado, pero ojo, no tardes mucho en consumirla ya que no lleva ningún tipo de conservantes.
* Agita la bebida antes de servirla, la almendra y el agua se separarán cuando estén en reposo.
* Puedes optimizar al máximo las almendras y sacar más líquido una vez hayas conseguido la primera leche. Yo vuelco las almendras ya trituradas en una batidora y añado más agua. Lo dejo reposar un poquito y las bato, consiguiendo más leche vegetal sin perder apenas la intensidad del sabor.
* Puedes reciclar aprovechando los restos de almendras utilizándolos como base para galletas. Así te beneficiarás de la riqueza de la fibra que aporta este fruto seco en otro alimento casero.
Otras opciones
Te propongo ideas para utilizar esta bebida en otras recetas, aunque a mí me encanta por sí sola!
– Batidos, mezclándola con frutas.
– Para hacer porridge como desayuno y cocinar la avena con esta leche vegetal.
– Postres, sustituyendo la leche animal por la vegetal.