Este post se lo dedico a mis dos M, porque nadie antes me había dedicado una atención tan plena y con tanto entusiasmo como ellas. Ahí va…
El momento de la lectura antes de dormir es uno de los más bonitos que comparto con mis hijas Manuela y Maria. Se ha convertido en una rutina que esperan con muchas ganas y de la que empezamos a hablar en la cena eligiendo los cuentos que desean para esa noche y negociando la cantidad. Yo no puedo evitar ilusionarme también por atesorar estos ratitos con ellas, aunque Manuela empieza a quitarme el puesto de lectora… todavía no sabe leer, pero se sabe las historias de memoria y las recita según va pasando las páginas ¡y lo sorprendente es que Maria hace lo mismo!
Transmitir buenos hábitos a través del ejemplo en casa me parece la mejor manera, y el de la lectura es uno de ellos. En los libros de lectura infantil no sólo encuentro la oportunidad de introducir a mis hijas en la lectura, también me ayudan como herramienta para gestionar los diferentes momentos por los que pasan los niños, enseñarles a apreciar la creatividad a través de la estética de esos libros, etc. Por eso me gustaría también recordarte el post que compartí sobre otros libros que tenemos en casa.
Y qué mejor excusa para compartir algunos libros que nos acompañan cada noche antes de dormir que el mes de abril. El próximo día 23 se celebra en Cataluña la Diada de Sant Jordi, nuestra fiesta del libro, y las calles de Barcelona se llenan de puestitos donde comprarlos además de las tradicionales rosas. Espero que este post te de ideas para regalar este año.
Las aventuras de Elmer. El que más gusta a mis hijas. Comparto esta reseña sobre el libro publicada en The Guardian que creo que no podría definir mejor el libro: «Un clásico infantil elogiado por inspirar a los niños respeto hacia las diferencias de los demás, acentuando el valor de ser uno mismo».
Cuentos de Édouard Manceau. A través de sus pequeños cuentos, este autor explica de forma muy divertida y con un lenguaje muy sencillo por qué los animales son como son.
El jardín de Matisse. Mis hijas son todavía pequeñas para apreciar el arte con un criterio propio, pero me gusta pensar que nunca es pronto para educar su mirada en la belleza de obras como la de Matisse. El lenguaje del color que tan bien utilizaba este artista es fácil de disfrutar para un niño.
Juguemos a hacer yoga. Aunque este no forma parte de las lecturas nocturnas, no quiero dejar de compartirlo. Lo utilizo como guía con la que ellas disfrutan eligiendo los bonitos dibujos que representan las asanas/posturas de yoga y que llevan a cabo.
Acabo el post compartiendo la leyenda de Sant Jordi en formato breve:
Dice la leyenda que en el pueblo de Montblanc habitaba un dragón con tanta hambre que estaba devastando el pueblo. El rey decidió que para saciar su hambre cada día se sacrificaría a un habitante del pueblo por sorteo. El destino quiso que la primera persona fuera la princesa, hija del rey. Éste, aceptó el destino y la entregó al dragón. Fue entonces cuando apareció el caballero Jordi dispuesto a salvar a la princesa y acabar con el dragón. De la misma sangre, creció una rosa roja que el caballero regaló a la princesa.
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