Hace un año me enfrentaba a una página en blanco y muchos pensamientos que volcar en el primer post de este blog. Lo que más me motivaba era compartir y hacer un ejercicio de reflexión. Aquí estoy otra vez, con más motivación si cabe por todo lo que me habéis aportado y ya madre de una segunda hija. Cómo me ha cambiado la vida en estos últimos tres años desde que conocí a mi compañero de viaje… A veces ni yo me lo creo. SOY MADRE.
Te confieso que en este segundo postparto pensé que iba a gestionar mejor el cambio hormonal y no ha sido así. Me ha vuelto a sobrepasar. Durante los embarazos, estos cambios no se apoderan de mí ni me regodeo en la susceptibilidad o hipersensibilidad que eso conlleva, sintiéndome fuerte, con energía y con una capacidad de relativizar que pierdo por completo en el puerperio. ¡Qué pena! Ya pasé por esta vorágine de emociones y sentimientos descontrolados con mi primera hija Manuela, menos mal que cuento con mi pareja y mi hermana, los que mejor me saben llevar, que me han vuelto a apoyar y aconsejar redirigiéndome hacia la luz, jejeje. Incluso yo me repetía: «Son sólo hormonas. Paciencia, pasará».
Me ha sorprendido la diferencia entre el primer parto y el segundo. El sentimiento es igual de potente pero afrontas las emociones de forma distinta. En el primero, el desconocimiento de enfrentarte a algo nuevo te abruma mientras que en el segundo eres más consciente y, estando más presente, disfrutas más de ese momento histórico de tu vida. He tenido la oportunidad de experimentar algo maravilloso y nuevo con mi segunda hija María, una de las cosas más emocionantes que he vivido, que es tenerla desnuda sobre mi pecho en su total crudeza, todavía con sangre y grasa en su cuerpo, mientras seguíamos ligadas por el cordón umbilical… Me emociono mientras escribo recordando ese momento tan mágico, descubriendo por primera vez a mi hija. Mirar su cara y no poder dejar de llorar. Déjame que respire y piense exactamente cómo explicarte qué sentí….
Fue una explosión de emoción sobrecogedora y el tiempo se paró.
Camisa de Anine Bing
Una vez han pasado ya estas primeras semanas de puerperio, me siento con fuerzas para volver a activarme, aunque, a mi pesar, sea quitando un poquito de tiempo a mis hijas, y hacer despertar esa otra parte de mí que son esas muchas mujeres que soy además de madre.
No me gustaría acabar este post sin acordarme de todas esas personas que nos han transmitido cariño y mejores deseos en sus mensajes. Tampoco de todas las marcas y tiendas, grandes o pequeñas, que han querido cuidarnos y tener un detalle con nosotros. GRACIAS Unicef, Bugaboo, Fun*Das BCN, Chicco, Naïf Care, Danone, Josefina Bags, aden+anais, Bolas Días!, Bóboli, Mommy Loves, Cirqus, MonillosDel, I Like My Socks, Mamimemia, Nuun, Goumikids, Babybella, Peep and Peep, Women’Secret, Nike, Original Buff, Avène, Rituals, Archangela, Natura Bissé, Green People, Sensai, Isdin, Decléor, Ladival, Sha, Eva Villar, Perfumera Curandera, Tiqüe, Tiny Om, Marketplace New York, Tous, Bulgari, Rabat, Moët&Chandon, Dom Perignon, Pronovias, Essentiel-Antwerp, Antik Batik, Mango, Anine Bing, Igor, Squirrel, Oysho, L’Arca de l’Àvia, Womance, Textura, Mar Borrull, OH.MA! Barcelona, Amarsupiel, La Magia de ni Nombre, WeeRide, Lékué, Granini, Teresa Colom, Trámites Bebé BCN, Kinder Republik, Wahanda, Maeva, Oceano, Hello!Creatividad, Bajo Mi Sombrero, Piazza Comunicación, Finally Press, Elena Hernandez Comunicación, Equipo Singular, Algo Bonito, Globally, Nice Mondays, XXL Comunicación, IT Comunicación, Milpersonas, The White Office, A-List, Replica, Actitud, Nota Bene, DyP Comunicación, Fashion District Spain.