Desde el aeropuerto de Madrid, escribo este post ya volviendo a casa después de un viaje relámpago a México. Un viaje corto pero intenso y con jugo, acompañando a mi chico en lo que ha sido la primera entrevista/ponencia a la que se enfrentaba, compartiendo escenario con personajes como Arianna Huffington (creadora del Huffington Post), Kobe Bryant (jugador de los Lakers), Nick Vujicic (orador motivacional) o Emmanuel Lubezki (director de fotografía). El evento ha sido todo un éxito y en todo momento nos rodeó un ambiente de amabilidad, participando en la magnífica iniciativa impulsada por la fundación Telmex: #MexicoSigloXXI. A grandes rasgos, ayudan a los jóvenes mexicanos a través de la educación y el deporte. En esta convocatoria asistieron 10000 becados de la fundación, que forman parte del casi medio millón de becas otorgadas en los últimos 20 años.
Dudé en acompañar a mi chico a este viaje de 3 días de locura de jet lag, no solo por las responsabilidades que tenemos como padres y por la cantidad de trabajo que acarrea volver a poner la rueda en marcha para el nuevo curso, sino por que me encuentro en la recta final de uno de los proyectos más bonitos que he hecho nunca: mi primer LIBRO DE YOGA, algo de lo que te quiero hablar hoy.
Llevo trabajando en él más de un año y medio. Un proyecto que nace desde la necesidad de compartir mi relación con el yoga y mi filosofía de vida en búsqueda del bienestar completo. Un trabajo con el que me comprometí al 100% desde el principio, con las ganas de cuidar y trabajar todos los aspectos que conlleva hacer un libro, desde la idea principal a tratar hasta el contenido de texto e imagen.
Siempre me ha interesado todo lo que rodea al trabajo de modelo, que no sólo es la fotografía y el estilimo, sino también la dirección de arte, diseño gráfico, maquetación… En definitiva, esos otros aspectos dentro de la industria de la moda que son también muy creativos. Aspectos que he podido compartir con profesionales y que me entusiasma la idea de poder trabajarlos ahora bajo mi propia dirección para este libro. Esta implicación total supone muchísimo más trabajo, teniendo en cuenta que soy de las que revisan y repasan el trabajo hecho varias veces y más aún para un proyecto tan importante y personal como es este.
Aunque sigo en la búsqueda del equilibrio mental y físico y cada día aprendo algo más de mi cuerpo y lo que necesita, siento ya el deber de contar todo el bien que me ha hecho tomar una de las decisiones más importantes en mi vida: practicar yoga y escuchar a mi cuerpo. Creo firmemente en que cuidarlo es una responsabilidad vital, solo tenemos uno. Escucharlo y respetarlo no sólo guarda beneficios para ti, también tiene un efecto positivo en tu relación con los demás y todo lo que te rodea.
No soy profesora de yoga ni experta en nutrición, pero en este libro he volcado mis conocimientos y experiencia sobre estos dos temas que tanto me interesan desde bien joven. Unos conocimientos para los que cuento con el apoyo y revisión de profesionales a los que agradezco su apuesta por este proyecto.
Pienso en este libro como un regalo para mis hijas, el que podrán usar cuando tengan más conciencia y capacidades para empezar a practicar yoga. Ellas son las que me han dado la energía para hacer este libro y me empujan en la recta final, en estas últimas jornadas de intenso trabajo para acabarlo.
Tú también eres responsable de que me decidiera a hacer este libro. Vuestros comentarios y peticiones con respecto a conocer mis hábitos y relación con el yoga y el bienestar me inspiran, y eso da sentido a este libro que está a las puertas de convertirse en una realidad.
Si sigues mi blog y mis redes, serás la primera (o el primero) en saber más.
V.