La avena es en casa el cereal matutino por antonomasia. Mis hijas lo toman desde bien pequeñas y es una gozada compartir el mismo desayuno en la mesa para todos, variando la receta para tomarlo de diferentes formas: tostada (como granola, como te enseñé en este post), en crudo (con yogur o leche) y hervidas (como porridge) como te enseño hoy.
Empecé a consumir avena como “porridge” (según los británicos) u “oatmeal” (según los estadounidenses) cuando trabajaba en Londres o NY. Tanto en los desayunos de los estudios como en los hoteles era un habitual y pronto lo introduje como hábito en mi hogar porque desde el principio noté que era un desayuno que me sentaba de maravilla y me proporcionaba energía duradera.
Puede parecer un desayuno simplón y sin atractivo, pero os aseguro que si empezáis a consumirlo no abandonará vuestras cocinas. Además de ser una base de sabor tan neutra que te permite añadir frutas y condimentos para adaptarlo completamente a tus gustos, es súper saludable. Como ya sabrás si lees mi blog, la avena es riquísima en fibra, minerales y vitaminas. Y no sólo eso, también actúa como regulador metabólico (convirtiéndose en un gran aliado para el control de peso), enriquece la flora intestinal y te ayuda a cuidar de tus arterias porque disminuye la presencia de colesterol malo.
Aquí comparto la receta del clásico porridge con mi toque personal, que suelo acompañar con una infusión como rooibos y un té chai:
I N G R E D I E N T E S
Elige la cantidad de avena que desees tomar.
– 1 porción de copos de avena gruesos (para 1 persona suelo añadir 40gr)
– 2 porciones de agua
– 1 canela en rama
– Frutos del bosque o manzana
– Miel o melaza de arroz
P R E P A R A C I Ó N
8-10 minutos
1 | Pon el agua a hervir en un cazo.
2 | Cuando empiece a hervir, añade la rama de canela y los copos de avena y déjalos en cocción a fuego medio hasta que se ablanden (aproximadamente 10 minutos). Ojo, remueve de vez en cuando para que no se peguen. A mí me gusta apagar el fuego antes de que se absorba todo el líquido para que el cereal mantenga su textura, pero va a gustos y puede que tú lo prefieras más seco o menos cocinado.
3 | Sirve el porridge en un bol y añade frutos del bosque en crudo (fresas y arándanos) o manzana cruda troceada y miel o melaza de arroz para endulzar.
Ahí van otras opciones para añadir sabores:
– Puedes usar copos de avena finos en lugar de gruesos para una cocción más rápida y una textura más cremosa.
– Si optas por hervir la avena en leche o bebida vegetal obtendrás un sabor más dulce de base. Mi favorita es la leche de almendras casera.
– Si te apetece dar un gusto al paladar, puedes añadir cacao en polvo durante la cocción o espolvorear por encima una vez servido.
– Puedes añadir cualquier tipo de fruta deshidratada durante la cocción y cualquier tipo de fruta fresca o seca al servir.
Bon appétit!
V