Muchas de vosotras me habéis pedido que comparta algunos de mis menús y consejos de alimentación, he tomado buena nota y aquí estoy, con mis tres menús de mediodía favoritos del momento.
Organizo mi menú semanal por temporadas. Esta primavera estoy tardando un poco en introducir platos más ligeros y cambiar mi rutina de dieta semanal porque el tiempo no acompaña, por eso todavía mantengo platos consistentes como los potajes de legumbres. Suelo acomodarme sin querer, ya que no me resulta tan fácil mantener la creatividad en la cocina. Seguro que a ti también te pasa…
Me gustaría, a través de estos platos, explicarte una de mis guías en alimentación, la más básica: el equilibrio entre la ingesta de carbohidratos y proteínas, no sólo por proporciones en el día si no también por variedad en la semana. Creo que estos tres menús de mediodía que te enseño muestran perfectamente mi filosofía y practicidad en la mesa.
Si has leído mis anteriores post de alimentación, ya sabrás lo que me gustan las legumbres y la importancia que les doy. Las lentejas son una de ellas. Las cocino de forma muy sencilla, con arroz integral, sin sofrito y con muy poca sal y pimienta. Todo en crudo y hervido. El tomate, la cebolla, el ajo, el pimiento rojo y el verde los trituro una vez hervidos y dejo a trocitos las patatas. Me gusta añadir alga wakame, que mantengo en remojo mientras se cocinan las lentejas, para aportar a mi plato una gran fuente de calcio, yodo, hierro, potasio, vitaminas del grupo A, B y C.
Suelo acompañar los potajes con ensaladas frescas. En este caso me he decantado por la de tomate cherry, muy dulce, con cebolleta y un buen chorreón de aceite de oliva virgen extra.
Suelo tener en mi nevera algún cereal hervido, como el mijo o la quinoa, que funcionan muy bien como base o acompañamiento. En este plato he combinado mijo, brócoli y pechuga de pollo consiguiendo un plato combinado equilibrado, completo y sencillísimo de preparar. Por eso, este menú es también muy buena opción para llevar al trabajo en un tupper. El mijo no tiene gluten y me aporta, además de carbohidratos, proteína vegetal; el brócoli es más carbohidrato y la pechuga de pollo aporta una buena cantidad de proteína a esta combinación.
El tercer menú que te enseño es íntegramente italiano y muy sabroso que cocino de forma saludable, ya que elaboro la salsa con ajo y tomate cherry natural, dorándolos en la sartén y aderezando al final con albahaca en crudo. No sobrecocino el tomate ni le añado azúcar a la salsa, tan sólo una pizca de sal. El queso parmesano es una de mis debilidades y siempre tengo un taco en mi nevera. Para la ensalada de rúcula lo corto a láminas y para espolvorear la pasta, lo rallo. A veces también corto taquitos como snack.
En este caso, como ves, la cantidad de proteína es muy escasa y tan sólo encontramos un poco en el parmesano. Por eso, cuando mi menú de mediodía lo lidera el carbohidrato, me aseguro de tomar una gran cantidad de proteína durante el resto del día.
Espero haberte dado alguna idea para renovar alguno de tus menús.
Bon appétit!