Los buenos propósitos abundan y más que nunca en los primeros días del año. Pero para saltar de la teoría a la práctica hay un buen trecho y veo que no hay manera de encaminar esas intenciones para marcar pautas que me resuelvan el tema del estrés, que ya todos sabemos que es uno de los principales problemas de la sociedad en la que nos encontramos.
Si tuviste ocasión de leer en este blog el post “Mi peor enemiga”, quizá recuerdes que te conté cómo utilizo la filosofía y la práctica del yoga para afrontar aquellas dinámicas de mi personalidad que me llevan a estados poco saludables como es el estrés. Por eso, para combatirlo, he ideado una práctica personal basada en posturas de yoga y de 10 minutos que se centra en dos aspectos clave: sincronizar la respiración con el movimiento y llevar la cuenta de las repeticiones.
Es una práctica corta pero intensa que me ayuda a combatir el estrés a través del esfuerzo físico y la focalización de la mente. Esto me ayuda a despejar la mente y parar por un momento la vorágine de pensamientos y tareas que van in crescendo durante el día y la semana y que acaban agobiándome. En definitiva, con esta práctica busco dar un kit-kat a mi cabeza y mantener la mente en paz.
Espero que esta herramienta te resulte útil y notes los beneficios mentales y físicos de esta práctica de yoga anti estrés. ¡A ponerse en forma al completo! ?? ??
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