La sociedad evoluciona y, si miramos atrás, hoy en día hacemos muchas cosas diferente de como lo hacíamos antes. Sin embargo, siempre puede haber la duda de ¿Qué es mejor: Lo de ahora o lo de antes? ¿Es realmente necesario que todo cambie? ¿Cuántas cosas hacemos guiados por la «moda» de la época que quizás no son tan útiles o eficaces?. En cuanto a la educación tendemos más hacia una crianza que empodere al niño, le observe, le respete y le invite a crecer potenciando sus fortalezas y no resaltando sus falencias. Una educación en donde todos seamos tratados con la misma dignidad y respeto sin importar la edad que tengamos. Esto implica dejar de lado métodos como el uso del premio, el castigo, los gritos, las amenazas e incluso los sermones. ¿Es realmente necesario dar ese cambio? o quizás ¿toda esta tendencia educativa es más bien una moda? Hace algunos años conocí por primera vez la Disciplina Positiva a través de un taller presencial con Angélica Joya de @impliquo. Os explico 3 razones por las cuales considero que es necesario que hagamos este cambio educativo y formarnos para lograrlo:
1. La sociedad ha cambiado: La sociedad de antes valoraba mucho la capacidad de seguir instrucciones, el trabajo repetitivo, la obediencia y la capacidad de acumular información. El que tenía la información tenía el poder. Hoy en día las máquinas hacen cada vez más todo el trabajo mecánico, la información está al alcance de un click y la manera cómo funcionan las cosas cambia a una velocidad casi arrolladora. Para prosperar en la sociedad actual necesitas tener criterio para elegir y discernir entre el exceso de información que tenemos al alcance de un CLICK, necesitas saber cuestionarte las cosas y pensar por ti mismo ¿En que momento de tu vida puedes desarrollar todo esto si creces en un ambiente donde te imponen lo que has de pensar y te fuerzan a obedecer sin rechistar?.
2. El conocimiento sobre neurociencia ha avanzado: Hoy se conoce mucho más sobre el funcionamiento del cerebro y estos avances científicos nos han servido para entender porque métodos como el rincón de pensar, el grito, el castigo e incluso los premios (aunque a veces parecen «funcionar» a corto plazo para modificar una conducta) pueden tener efecto muy negativos a mediano y largo plazo. Con toda la nueva información nos quedamos cómo adultos con la responsabilidad de reflexionar ¿En educación el fin realmente justifica los medios? ¿Todo vale?
3. Nos hace falta entrenamiento y habilidades: Gran parte de los adultos de hoy en día no tenemos modelos actualizados que podamos seguir en materia de educación: El ser humano aprende por medio del ejemplo y la manera como somos padres y madres la aprendimos cuando fuimos niños (a partir de como nos educaron nuestros padres y docentes). Pero como la sociedad ha cambiado y nosotros estamos un poco en «medio» de ese cambio, mucho de lo que aprendimos en la niñez no es útil para los niños y la sociedad de ahora. Por ejemplo: producto de cómo nos educaron podemos tener dificultades para expresar e identificar nuestras emociones y límites personales de una manera asertiva o incluso no sabemos como promover «orden y la responsabilidad» sin usar la fuerza (cuando se trata de «corregir» o de ser «firmes» solo sabemos comunicarnos desde un tono y actitud autoritaria).
Nuestra responsabilidad como adultos es promover ese cambio educativo y asumir el reto de prepararles para una sociedad que es muy diferente a la que crecimos. Es necesario aprender nuevas maneras de educar. Aprender que los límites se pueden acompañar desde el respeto, que la cooperación y la conexión son la base de la educación. Todo esto implica valentía, constancia y humildad (porque nos vamos a equivocar muchas veces y esto también es educativo).