Qué ganas tenía de volver a conectar con mi cuerpo y activarlo a través del ejercicio.
Enfrentarse a un post-operatorio de una segunda cesárea es pesado. Cuidar de un bebé más una niña de dos años que ya pesa once kilos no es lo más óptimo para una buena recuperación, pero «palos con gusto no duelen», como dice mi padre.
Esta vez he sido más perezosa en la vuelta a mi rutina deportiva. Estoy disfrutando tanto de la maternidad que esta prioridad ocupa casi todo mi tiempo y sin querer pospongo poner mis músculos en funcionamiento. Además, y si eres madre me entenderás, una ya hace mucho ejercicio con dos peques en casa. O, por lo menos, eso creo.
Como toda disciplina en la vida, cuando la abandonas aunque sólo sea por un tiempo es difícil recuperarla. Y aquí estoy, en mi esterilla, retomando poco a poco mis buenos hábitos que tan bien me hacen.
Hace unas semanas empecé con mi auto práctica de yoga poniendo el foco en el stretching. No sé si sabías que estirar la musculatura también la activa y puede ser un ejercicio intenso y completo aunque creamos que es de relajación. Se dice que el músculo tiene memoria y parece que los míos todavía no la han perdido, jejeje.
Hay una musculatura interna de la que no me quiero olvidar y que es importantísima para la mujer: la pélvica. Con el paso de los años esta zona nos puede dar algún que otro problemilla si no la mantenemos fuerte. No han sido mis embarazos los que me han descubierto los ejercicios de Kegel si no que los conocí hace ya muchos años a través del yoga. En la filosofía yogui se activa mula bandha mientras realizas las asanas (posturas) y consiste en contraer y relajar voluntariamente los músculos pélvicos. Te doy un tip que me ayudó a entenderlo: es la misma contracción que cuando aguantas el pipí. Este ejercicio no sólo ayuda a evitar problemas urinarios después del parto o en un futuro al envejecer, si no que también puede aportar mayor placer sexual durante las relaciones, algo muy interesante y a tener en cuenta.
Te explico dos ejercicios distintos que practico para fortalecer esta musculatura; los puedes hacer tanto sentada, estirada como de pie. Para no olvidarlos, ayuda asociarlos a una rutina de tu día a día. Yo aprovecho momentos como el de un semáforo en rojo mientras conduzco o en la cama antes de irme a dormir.
- Contraigo y relajo intermitentemente unas 10-15 veces y relajo. Lo repito unas 3 veces.
- Mantengo la contracción durante 10 segundos y relajo lentamente. Lo repito entre 6 y 8 veces.
Vigila que por esforzarte en mantener bien firme una parte de tu cuerpo no arrugues involuntariamente otra, ¡la cara! jejeje.
Estos son unos primeros ejercicios de recuperación postparto que quiero compartir contigo. Empiezo por estos internos y en los próximos post te contaré cómo me pongo en buena forma física con mini prácticas de yoga y musculación. Si te apetece leer más… aquí te espero.