En muchas ocasiones me habéis preguntado si ese sonido tan fuerte que se escucha en mis vídeos de yoga es mi respiración. ¡Pues estáis en lo cierto! Esto se debe a que mientras realizo la auto-práctica de yoga, practico la respiración Ujjayi.
Me gustaría empezar contándote que en sánscrito, el idioma original del yoga, el ‘prana’ hace referencia a la energía vital que existe en el universo y que reside también dentro de nosotros. El pranayama es el conjunto de técnicas de control de la respiración dentro de la práctica del yoga que encauzan el flujo del prana, y una de esas técnicas es la respiración Ujjayi.
Este ejercicio consiste en la contracción de la glotis con el objetivo de minimizar la entrada y salida del aire controlando la inhalación y exhalación. Algo que me ayudó a entender esta respiración es imaginar que estoy intentando empañar un espejo, practicando la exhalación por la boca pronunciando el sonido “HAAA”, que causa esta contracción en la garganta. Manteniendo esta posición de la glotis, inhalo y exhalo por la nariz haciendo pasar el aire por la garganta de forma controlada y suave, sin hacer demasiado esfuerzo, tal como se hace en Ujjayi. Hay quien dice que el sonido que produce el Ujjayi tiene cierta similutud con el ir y venir de las olas del mar, por eso algunos lo traducen como ‘respiración oceánica’. Es con esta técnica que consigo ralentizar y alargar la respiración, algo que al mismo tiempo me facilita la sincronización de la respiración con el movimiento de las asanas (posturas de yoga) y conseguir una mayor conciencia y presencia en la práctica.
Después de tantos años practicando yoga he automatizado la técnica de Ujjayi en mi auto-práctica de Ashtanga Vinyasa. Incluso, me sucede que cuando practico otros deportes como el fitness introduzco esta respiración sin darme cuenta aunque no sea adecuado y tengo que hacer el ejercicio a la inversa, volviendo a una respiración normal.
Si te apetece introducirte en esta técnica, no te desanimes si al principio te resulta extraña porque ya verás que con el tiempo se convierte en una respiración de la que puedes entrar y salir de forma sencilla y rápida. Mi consejo es que primero la practiques sin movimiento, eligiendo una asana cómoda como por ejemplo la del loto, y poco a poco la incorpores en movimiento.
Deseo que este post te ayude a profundizar en la práctica del yoga.
Namasté,
V