De pequeña, siempre me gustó construir mis propias «casitas». Podía pasar horas y horas buscando materiales para dar forma a mi pequeño refugio que, muy a mi pesar, casi siempre era imaginario ya que en casa tenía vetado el cajón de las sábanas, deshacer las camas, cambiar el mobiliario de sitio… Así que acababa jugando en una especie de Dogville en mitad del campo, cuando íbamos a la masia de mi yayo, dando rienda suelta a la creatividad y utilizando libremente todo lo que me ofrecía la naturaleza. Aunque es cierto que siempre eché de menos una puertecita, una ventanita, un techo… en definitiva, algo un poco más real. Ese deseo me acompañó en toda mi infancia.
Ahora, siendo mamá, entiendo perfectamente por qué mi madre no me dejaba arramblar con lo que me iba encontrando por casa y también entiendo y reconozco el deseo que veo en mi hija Manuela, de 2 años y medio, que adora la caseta de madera del parque de la que me cuesta horrores sacarla. Está claro que con esa postura mi madre fomentó mi imaginación, y aunque comparto esta forma de educar, me hacía mucha ilusión buscar esa «casita» más real para mis hijas, ofrecerles un refugio donde jugar, compartir lectura con ellas, tomar el té (ficticio) que tanto le gusta preparar a Manuela…
Hacía tiempo que buscaba uno de los formatos de refugio más divertidos que se me ocurre: el teepee, la típica tienda de campaña donde vivían los pueblos indígenas norteamericanos y que tanto he visto y disfrutado en mis viajes por USA. Ha sido en Etsy donde finalmente he encontrado uno a mi gusto. No creas que fue fácil elección, la diversidad es el punto fuerte de esa plataforma que aglutina artesanos y marcas de todo el mundo, para todos los gustos y bolsillos. Me encontré con diferentes tamaños, con o sin ventanita, varios diseños y tejidos que me gustaban, pequeños detalles que marcaban un estilo u otro… Buscaba que se pareciera a los auténticos pero que a la vez fuera práctico y sencillo, alejándome de coloridos y estampados puramente infantiles para que conviviera de forma armónica con la estética de la habitación de mis hijas, la del salón u otros espacios de la casa. He dado con el perfecto teepee, que además es fácil de trasladar para utilizar en espacios abiertos. Seguro que este verano viajaremos con él.
Entre teepee y teepe, no pude resistirme a comprar unos pantaloncitos para Maria. Soy súper fan de las rayas y me encantó la combinación de color en esta pieza. Ella también tenía que recibir algo que pudiera disfrutar ya. Espero que te guste mi selección.
Teepee de TucsonTeepee y pantalones de Sew Much Sweeter