Después de más de 10 años de práctica de yoga, todavía me sorprende que me olvide de mantener una buena postura corporal durante el día. Esta claro que no es tan fácil mantener esa conciencia del cuerpo mientras tu mente está puramente concentrada en el trabajo u otras tareas. Incluso ahora, en la recta final del lanzamiento de mi primer libro de yoga, me resulta más difícil. Toda una contradicción. Son días llenos de emoción pero también de cierto estrés, muchas horas de trabajo y bastantes de ellas frente a un ordenador. Son tantas veces al día las que me doy cuenta de que mi espalda está totalmente curvada… Así que me veo rectificando mi postura bastantes más veces de las que estoy acostumbrada.
Proteger nuestra espalda es fundamental para el bienestar de nuestro core. Podemos mantenerla saludable fortaleciendo la musculatura de nuestro abdomen y zona lumbar, pero también necesitamos trabajar su flexibilidad. Hoy te muestro algunas asanas de torsión que quizá puedan parecerte poco atractivas a nivel visual, pero lo son, y mucho, por los beneficios que aportan. No sólo estiran, descomprimen y oxigenan tu espina dorsal, también hacen que sientas la espalda más ligera y afectan a todo el aparato digestivo de manera que puede contribuir a regular el tránsito intestinal.
Quizá te pueda dar pereza mantener estas asanas durante varias respiraciones ya que pueden ser muy intensas. Las torsiones requieren concentración y presencia. Yo me pido un esfuerzo de más para sentirlas plenamente; intento no tener prisa, mantenerlas y profundizar en cada exhalación un poquito más.
En estas posturas de torsión en el suelo, mantengo los isquiones bien apoyados, mi cadera mira al frente y el movimiento de rotación nace de la cintura. Intento que mis hombros estén relajados y mi pecho abierto. Estas son cuatro asanas que suelo practicar, y te las muestro en orden de dificultad:
Vakrasan / Marichiasana con torsión
En Marichiasana con torsión, si te encuentras cómodo, agarra tu muñeca por la espalda para poder profundizar bien en la postura.
Ardha Matsyendrasana. Versión fácil / versión avanzada.
En esta asana sucede lo mismo que en la anterior. Si tienes facilidad para esta torsión, agarra tu muñeca para poder profundizar bien en la postura.
Marichyasana D. Visión frente/espalda.
Me imagino que, como a mí, te habrá sucedido que, dependiendo del lado con el que hagas cualquier postura de yoga -derecho o izquierdo-, sientes más o menos dificultad. Al ser diestra, en esta asana de nivel avanzado que añade medio loto me resulta muchísimo más difícil cuando es mi pie izquierdo el que se apoya sobre mi muslo derecho. Todavía mi empeine de ese pie tiene mucho que recorrer a nivel de flexibilidad.
Seguimos,
V.