Virabhadrasana 1 y 2, las posturas de los Guerreros, me ayudan a fortalecer el cuerpo y el espíritu. Son unas de las posturas que más te encuentras representando la práctica del yoga, y aunque a priori te puedan parecer sencillas, mantenerlas y beneficiarte al completo de ellas conlleva un gran esfuerzo: concentración, fuerza de musculatura interna y externa, estabilidad, sincronización de la respiración con el movimiento…
Siento los Guerreros como posturas de poder y fortaleza, mis brazos son como lanzas y mis piernas como fuertes pilares. En el Guerrero 1 mantengo los brazos arriba con las manos juntas y mirando hacia el dedo pulgar; lo más importante para mí es mantener los hombros relajados y alejados de la cabeza. Si te cuesta mantener esta separación entre cabeza y hombros, separa las manos y mantén tus lanzas en paralelo. El Guerrero 2 me hace sentir aún más poderosa, que puedo con todo! Cuando encuentro la estabilidad en esta postura y siento cómo se abre mi cadera y mis lanzas se alargan, es cuando realmente empiezo a disfrutar de ella.
Me gustaría empezar a hablaros de la importancia que tiene ejercitar la musculatura interna que tanto va ligada a la práctica de yoga. Aprovecho los Guerreros para contaros que manteniendo posturas como estas activo Uddyana Bandha, en la que contraigo el abdomen hacia dentro y hacia arriba (hacia las costillas) y Mula Bandha, contrayendo el perineo (musculatura vaginal interna) en la misma dirección.
Para nosotras las mujeres, activar esta musculatura interna es importantísimo, no sólo es súper recomendable durante y después de un embarazo para recuperar la firmeza y elasticidad de los tejidos internos sino también practicarlo durante toda tu vida para envejecer mejor y tener una vida sexual más placentera.
Namaste,
V.